Curó el dolor del mundo… pero condenó a la humanidad Esta es la premisa de esta gran serie de ciencia ficción de HBO Max que no te puedes perder
Un medicamento milagroso curó el dolor de la humanidad. Pero tenía trampa. Ahora solo quedan 30 días antes de que todos empiecen a morir… y solo un ex-convicto con una condena de 888 años puede impedirlo. Esta es la premisa de esta genial serie de ciencia ficción que no te puedes perder.
Así arranca Lazarus, creada por Shinichirō Watanabe (Cowboy Bebop) y Chad Stahelski (John Wick), una joya animada que ha pasado más desapercibida de lo que merece. Estrenada en HBO Max, es una bomba visual y filosófica, cargada de acción, tecnología, música bestial y una pregunta incómoda: ¿puede una sociedad sin dolor seguir siendo humana?
Una serie de ciencia ficción con alma de thriller y cuerpo de anime de culto
Lazarus se presenta como lo que muchos esperaban de Watanabe: una distopía tan estilizada como provocadora. La historia se sitúa en un futuro cercano donde el Dr. Skinner, un genio científico galardonado tres veces con el Nobel, desarrolla un analgésico revolucionario llamado Hapna. El mundo lo celebra. Nadie vuelve a sentir dolor. La utopía parece real.
Hasta que Skinner desaparece y regresa años después para anunciar lo impensable: el Hapna mata. Tras tres años en el organismo, la droga muta y se convierte en un veneno letal. La cuenta atrás comienza: 30 días para encontrar una cura o enfrentarse al colapso total de la civilización.
¿La solución? Un grupo de agentes especiales liderado por la doctora Herch… y un recluso legendario llamado Axel Gilberto, cuya condena es tan absurda como su historial de fugas: 888 años.

Esta serie de ciencia ficción destaca por su acción de alto nivel y personajes que se roban el showEl primer episodio es una explosión. Literalmente. Parkour, tiroteos, dardos de humor sarcástico y un ritmo endiablado marcan el inicio de una persecución sin descanso. La escena de escape de Axel entre tejados, ventilaciones, trenes y una barbería abandonada deja claro algo: esta no es otra serie de ciencia ficción más de anime. Aquí se viene a jugar.
Y aunque Axel acapara protagonismo, lo que hace que Lazarus funcione como un reloj suizo es su equipo coral. Cada miembro del grupo aporta habilidades muy concretas y estilos de combate diferenciados: Christine, una espía fría pero letal; Douglas, el estratega; Eleina, una hacker caótica con mirada demente; y Lyan, el piloto con alma de ladronzuelo callejero. La química entre ellos no siempre es perfecta, pero cuando engranan, las escenas de acción son un espectáculo.
Estética, música y filosofía: una mezcla que solo podía dirigir WatanabeA nivel técnico y artístico, Lazarus es un regalo. La dirección de Watanabe se nota en cada plano. Las pausas, los silencios, los encuadres aparentemente casuales que en realidad lo dicen todo. Pero si hay algo que eleva esta serie de ciencia ficción por encima del promedio es su banda sonora.
Con Bonobo, Kamasi Washington y Floating Points como responsables del apartado musical, Lazarus suena como una mezcla entre jazz moderno, electrónica atmosférica y soul apocalíptico. Las escenas más tensas o melancólicas no necesitan palabras. Solo música. Y eso, en un anime de acción, es oro puro.
No todo es perfecto… y eso la hace más humana

Pero no nos engañemos: Lazarus también tropieza. Sobre todo en su versión en inglés. La serie de ciencia ficción se estrenó primero doblada al inglés, y el resultado fue… desigual. Muchos diálogos suenan planos, las bromas no terminan de cuajar, y algunos episodios tempranos generan una desconexión emocional que hace difícil engancharse desde el minuto uno.
Sin embargo, esos baches acaban compensándose. A medida que la trama avanza y las emociones se intensifican, los personajes se sueltan, las relaciones se profundizan, y lo que parecía frío al principio se vuelve intenso. Como si el mismo Hapna que entumece a los personajes también nos estuviera entumeciendo a nosotros como espectadores. Hasta que duele. Y entonces, todo cobra sentido.
¿Y si el problema no es el medicamento… sino lo que dice sobre nosotros?La clave de Lazarus no está solo en sus peleas ni en sus persecuciones. Está en la idea que plantea: que el dolor, por muy terrible que sea, tiene un propósito. Que sin sufrimiento no hay compasión, ni empatía, ni humanidad.
El discurso del Dr. Skinner, que en otra serie de ciencia ficción sonaría a villanía de manual, aquí tiene peso moral. No quiere destruir el mundo por diversión. Lo hace porque cree que nos lo merecemos. Porque en un mundo sin dolor, según él, la humanidad ha perdido su alma.
Y si te detienes a pensarlo… Igual tiene razón.
El apocalipsis como reflejo de nuestra propia apatíaUna de las escenas más brutales de la serie de ciencia ficción no tiene explosiones ni persecuciones. Es un aula vacía. Un chico se levanta, mira a su profesor y le dice: «Ya no vale la pena seguir viniendo. Nos quedan 30 días». Y se va.
Esa imagen resume lo que hace que Lazarus duela: su retrato sutil pero implacable del colapso social. Las ciudades se incendian, las bolsas caen, las iglesias se llenan, pero la mayoría… simplemente sigue con su vida como si nada. Porque alguien lo arreglará. Porque siempre hay tiempo. ¿O no?
¿Por qué esta serie de ciencia ficción no ha arrasado ya en todo el mundo?Tal vez porque no es una trama fácil. No es de esas que te explican todo ni te lanzan explosiones cada 30 segundos. Lazarus exige paciencia. Exige pensar. Exige sentir. Y no todo el mundo está dispuesto.
Pero si entras en su juego, lo que te espera es una experiencia visual y emocional como pocas. Con errores, sí. Pero también con alma, con ideas, y con un sentido del estilo que muchas superproducciones envidiarían.
¿Merece la pena verla?Rotundamente sí. Si te gustó Cowboy Bebop, si te flipó Blade Runner, si crees que el anime puede ir más allá del shonen de siempre, Lazarus es para ti. Incluso con sus tropiezos, incluso con su ritmo irregular y sus rarezas, es probablemente la mejor distopía animada que vas a ver este año.
Y con solo 13 episodios y mucho por resolver, no sería raro que pronto anuncien una segunda temporada. Porque si algo queda claro es que la historia de Axel, Herch y el enigmático Dr. Skinner aún no ha terminado.