Casino Royale (2006) fue el primer reboot de James Bond y es una de las películas de culto, pero estamos seguros que no sabías estos datos curiosos sobre el filme.
Antes de que Daniel Craig redefiniera para siempre al agente 007, pocos imaginaban que Casino Royale iba a convertirse en un hito. Hoy, casi dos décadas después de su estreno, su impacto sigue siendo tan potente como su primer puñetazo en pantalla. Pero más allá de la adrenalina y los trajes impecables, la película guarda secretos, anécdotas de rodaje y decisiones que marcaron el rumbo de James Bond.
Y no, no estamos hablando de la sátira psicodélica de 1967. Esta vez, el casino era real, la tensión era real… y el dolor también.
En esta aventura, el juego no es solo una excusa para el estilo; es el núcleo de la trama. El mundo del póker de alto nivel que retrata la película refleja esa misma mezcla de estrategia y riesgo que uno puede encontrar en las tragaperras online con dinero real, donde cada jugada puede cambiarlo todo. Esa conexión entre azar y habilidad es clave para entender la tensión que se respira en cada partida de Casino Royale.
Así arrancó todo: la primera novela, el primer BondLa película de 2006 adapta Casino Royale, la primera novela que escribió Ian Fleming en 1952. Aquel fue el inicio literario del mito Bond. En la pantalla, también sirvió como punto de partida para reimaginar al personaje, dejando atrás los gadgets imposibles y apostando por un agente más físico, vulnerable… humano.
Desde entonces, esta versión de 007 se convirtió en una de las más aclamadas y reconocidas por crítica y público.
Daniel Craig: el Bond que nadie quería (y que todos acabaron adorando)

Cuando se anunció a Daniel Craig como nuevo James Bond, la polémica estalló. ¿Un Bond rubio? ¿De rostro duro? ¿Con una actitud más seca que seductora? Para muchos, fue una herejía. Incluso el propio Craig dudó. Rechazó inicialmente el papel, convencido de que no era para él. Solo tras leer el guion cambió de opinión.
La decisión transformó su carrera. Ganó 9 kilos de músculo para el papel. Se rompió dos dientes en el rodaje de una de sus primeras escenas. Pero su entrega física y emocional creó un 007 creíble, letal y profundo. El que necesitaba la saga.
El accidente que hizo historia (literalmente)Durante la grabación de una escena de acción con el Aston Martin DBS, los especialistas lograron algo nunca antes visto: el coche dio 7 vueltas de campana, marcando un récord Guinness. Lo que parecía un truco imposible, terminó siendo una de las acrobacias más icónicas del cine de acción moderno.
La secuencia de parkour y el fichaje de un maestro
La espectacular persecución inicial no habría sido posible sin Sébastien Foucan, creador del free-running. Su agilidad llevó la escena a un nivel completamente nuevo, con movimientos imposibles que aún hoy siguen sorprendiendo.
Fue una declaración de intenciones: este Bond no corría por pasillos con gadgets… corría, trepaba y se enfrentaba cuerpo a cuerpo, sin red.
La elección perfecta: Eva Green como Vesper Lynd

Martin Campbell, director de Casino Royale, quedó impresionado por Eva Green tras verla en The Dreamers. Su magnetismo, inteligencia y vulnerabilidad convirtieron a Vesper Lynd en uno de los personajes más complejos y trágicos de la saga.
La química con Daniel Craig fue inmediata. Pero lo más sorprendente es lo que pudo haber sido. Quentin Tarantino propuso dirigir la película con Pierce Brosnan como Bond y Uma Thurman como Vesper. También se consideraron nombres como Scarlett Johansson, Angelina Jolie o Jessica Simpson. Pero Green lo hizo suyo. Y lo bordó.
El póker más tenso del cineEl clímax de la película es, literalmente, una partida. Un duelo mental entre Bond y Le Chiffre (interpretado por un magnético Mads Mikkelsen) que se desarrolla en una mesa de póker en Montenegro.
Para asegurar la autenticidad, el equipo contrató al jugador profesional Thomas Sanbrook como asesor técnico. Incluso el equipo y los actores jugaban entre ellos durante los descansos. En este set, las cartas no eran solo parte del guion… eran parte de la atmósfera.
Y como guiño a los más expertos, la película inventa una jugada llamada el “bluff del Granero de San Andrés”, homenaje a un legendario farol del mundo real.
Viaje alrededor del mundo (aunque no lo parezca)En Casino Royale, Bond parece recorrer medio planeta. La película menciona lugares como Madagascar, Uganda, Miami o Montenegro… pero la realidad es bastante distinta.
La espectacular escena de persecución en la construcción de Madagascar, por ejemplo, no fue rodada en África, sino en una destilería de ron en las Bahamas: la John Watling’s Distillery. Allí, con sus paredes de piedra y columnas coloniales, se recreó a la perfección ese ambiente tropical y caótico.
Más adelante, Bond se adentra en el aparente Palacio de Westminster, pero en realidad está caminando por los pasillos del monasterio de Strahov, en Praga. Esa ciudad también sirvió como doble para muchas otras localizaciones. De hecho, el supuesto edificio de la exhibición Body Works en Miami fue filmado en el Ministerio de Transporte de la República Checa.

¿Y el aeropuerto de Miami? Ni siquiera pisaron Estados Unidos. Para esas secuencias se combinaron dos escenarios: el Aeropuerto Internacional de Václav Havel, en Praga, y el Aeródromo de Dunsfold, en Reino Unido. Entre ambos, construyeron una ilusión creíble de gran aeropuerto internacional.
Otro escenario inolvidable es la lujosa villa junto al lago donde Bond se recupera con Vesper. Ese lugar sí es real y tan deslumbrante como parece: la Villa del Balbianello, a orillas del Lago Como, en Italia. Es uno de los rincones más románticos y exclusivos del país.
Y cuando llega el momento de viajar a Venecia, la película nos sitúa en la emblemática Plaza San Marco. Aunque, curiosamente, el interior del supuesto hotel veneciano donde se alojan Bond y Vesper no es italiano en absoluto: fue rodado dentro del Museo Nacional de Praga, aprovechando sus salas imponentes para darle un aire más aristocrático.
Este uso ingenioso de localizaciones no solo permitió jugar con el presupuesto, sino que también creó una atmósfera visual única: Europa se convirtió en el tablero perfecto para una partida de espionaje, amor y traición imposible de igualar.
Otras curiosidades que tal vez no sabíasCasino Royale es la película más larga de toda la saga Bond: 145 minutos.
La historia de Quantum of Solace comienza apenas una hora después del final de esta película.
Fue la primera entrega de James Bond aprobada para su exhibición en China.
Justo tras finalizar el rodaje en Londres, el set se incendió y quedó destruido.
La escena en la que Vesper Lynd baja las escaleras con un vestido rojo es un homenaje a «Amenaza en la sombra» (Don’t Look Now).
Bond, reinventadoEl gran logro de Casino Royale no es solo su acción o su fidelidad a la novela original, sino haber redefinido el mito sin romperlo. Le dio profundidad emocional al espía. Lo hizo sangrar. Dudar. Enamorarse.
Y gracias a esa vulnerabilidad, nos dejó uno de los momentos más devastadores del cine de espías. La historia de Vesper no solo rompe el corazón de Bond… también el del espectador.
¿Por qué sigue fascinando Casino Royale?Porque es el reboot que funciona. Porque arriesgó y ganó. Porque no tuvo miedo de despojar a Bond de sus gadgets para mostrarlo como un hombre de carne, hueso… y cicatrices. Y porque, en el fondo, todos recordamos esa partida de póker en la que se jugaba algo mucho más valioso que dinero.
¿Dónde ver Casino Royale hoy?Si después de conocer todos estos secretos te han entrado ganas de revivir esta joya del cine de espías, estás de suerte. Casino Royale (2006), protagonizada por Daniel Craig y Eva Green, está disponible en plataformas como Amazon Prime Video, MGM, Apple TV+ y HBO Max, dependiendo del país.
También suele incluirse en colecciones digitales o físicas del agente 007, por lo que no es raro encontrarla en packs especiales o ediciones restauradas en Blu-ray.
Porque sí: han pasado casi 20 años, pero Casino Royale sigue siendo una de esas películas que se sienten más modernas y emocionantes cada vez que se ven. Como una buena mano ganadora: nunca pasa de moda.