El gerente y cinco técnicos del taller encargado del mantenimiento de la aeronave fueron procesados por el delito de “desastre aéreo culposo agravado por el fallecimiento de cuatro personas”.
RIO GRANDE.- Seis responsables de la empresa Air Delta, fueron procesados por el delito de “desastre aéreo culposo agravado por el fallecimiento de cuatro personas”, por el hecho que sucedió el 1º de julio de 2022, en el aeropuerto de Río Grande, cuando se estrelló un avión sanitario que había despegado para dirigirse a Buenos Aires.
En la tragedia aérea fallecieron el piloto Claudio Daniel Canelo, el copiloto Héctor Andrés Vittore, el médico Diego Ciolfi, y la enfermera Denisse Torres García. La familia de la última de las nombradas, se constituyó como parte querellante, con la representación del abogado Francisco Ibarra.
El procesamiento fue resuelto por la jueza Federal, Mariel Borruto, quien consideró responsables del mal funcionamiento de la aeronave al gerente y 5 técnicos del taller encargado del mantenimiento. La Magistrada entendió que hubo una falla mecánica que provocó que el avión se estrellara a escasos segundos de despegar.
Los procesados en la causa son:
-El Representante Técnico del Taller Air Delta, Rubén Barboza.-El Inspector del Taller, Dino Sánchez.-Los mecánicos Javier Gustavo Galera, Miguel Alberto Velárdez, y Leonardo Echeverría.-El gerente de la empresa Air Delta, Daniel Jablonski.
Para la magistrada Jablonski “no garantizó que el sistema organizacional de calidad y de seguridad operacional funcionara en forma efectiva, omitiendo el deber de cuidado”.
En la resolución, la titular del Juzgado Federal de Río Grande resolvió trabar embargos preventivos sobre cada uno de las personas procesadas, por la suma de 100 millones de pesos.
La jueza Borruto dispuso también el sobreseimiento de cuatro técnicos del mismo taller, así como de la empresa Air Delta y de la firma propietaria de la aeronave, Flying América. La magistrada fundamentó que las personas jurídicas no pueden ser penalmente responsables, aunque ambas compañías continúan siendo demandadas en el fuero civil por las familias de las víctimas.
La tragedia
El 1º de julio de 2022, el avión sanitario había realizado el viaje de regreso de una derivación sanitaria trayendo desde Buenos Aires a una familia riograndense, y cuando despegaron para retornar al aeropuerto de San Fernando; la aeronave viró hacia su izquierda tornándose incontrolable y precipitándose a tierra.
La aeronave pertenecía a la empresa Flying América y el mantenimiento estaba a cargo de la firma Air Delta, en cuyos talleres se realizaba la revisión de todos los sistemas.






