El vicepresidente de Republicanos Unidos, Julio Mercado, formalizó su renuncia indeclinable al cargo partidario y se desafilió del espacio, con fuertes cuestionamientos a la conducción provincial y nacional.
En una carta enviada al presidente del partido, Gastón Porfirio, denunció profundas diferencias y traición a los valores fundacionales del espacio político. “No basta con decir que somos distintos; hay que parecerlo”, expresó.
“La conducción ha reproducido las mismas prácticas opacas y personalistas de la política tradicional”, denunció el dirigente, quien acusó al partido de haber abandonado su vocación inicial de ser un espacio plural, orgánico y transparente.
Entre los motivos el referente lamentó el alejamiento del partido de sus principios liberales originales, denunciando prácticas opacas y personalistas, así como la priorización de intereses individuales por encima del bien común. También criticó la falta de coherencia entre el discurso público del partido y las acciones internas.
Denuncia la “inaceptable influencia predominante de la iglesia evangélica” en el funcionamiento del partido, lo que, según advierte, “genera una percepción social negativa en Río Grande, asociándolo exclusivamente con dicho sector y limitando su crecimiento”.
También expresó su decepción por la incorporación de familiares y amigos en espacios de poder, prácticas que, afirma, “reproducen los vicios de la política tradicional”.