Durante dos jornadas, el Municipio reunió a instituciones, productores y ONGs en el Centro Cultural Alem para celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente. Hubo charlas, stands y muestras de reciclaje, producción orgánica y educación ecológica. La expo forma parte de una política ambiental sostenida impulsada por la gestión de Martín Pérez.
Durante el 5 y el 6 de junio, el Centro Cultural Alem fue escenario de una de las muestras más importantes sobre ecología, reciclado y cuidado de nuestro entorno natural en la ciudad de Río Grande, en un evento impulsado por la Subsecretaría de Ambiente dependiente de la Secretaría de Gobierno del Municipio de Río Grande. Expusieron distintas instituciones educativas y académicas, organismos oficiales, tanto municipales, provinciales como federales y distintos emprendimientos productivos, tanto cultivos naturales como productos de primer nivel fabricados a través del reciclado de materiales. “El medio ambiente es una política de Estado del intendente Martín Pérez y en ese sentido la ciudad de Río Grande se posiciona como una ciudad ecológica gracias a la labor de toda la comunidad”, expresó el subsecretario Rodolfo Sopena.
Sopena destacó la relevancia de la exposición, que no solo mostró productos de alta calidad fabricados en la región, sino que también presentó innovaciones en la producción agrícola. “Estamos muy contentos con esta edición 2025 del foro y exposición ambiental. Se realizó un abanico de exposiciones y stands donde se pudo mostrar desde la producción orgánica de alimentos en la ciudad, como lo hace Pancho Barría, un excelente productor y divulgador”, comentó.
El subsecretario también hizo hincapié en la participación de instituciones académicas como la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF), también del colegio EMEI, de la Prefectura Naval Río Grande, del Plan de Manejo del Fuego, que contribuyeron a la visibilidad de proyectos innovadores. “Instituciones privadas también vinieron a mostrar sus productos generados a partir de residuos, como la madera plástica y el WPC, una mezcla de plástico y madera que busca cerrar los eslabones de la economía circular”, explicó Sopena.
La economía circular fue un tema recurrente en su discurso, donde enfatizó la importancia de reciclar el plástico producido en las industrias locales y el uso de desechos de la industria forestal. “Este tipo de iniciativas son fundamentales para el desarrollo sostenible de nuestra comunidad”, afirmó.
Además, Sopena destacó la participación de organizaciones no gubernamentales (ONGs) que trabajan en la protección de los recursos naturales. “La Fundación por el Mar y la Fundación Garrahan estuvieron presentes, mostrando su labor en el cuidado de los bosques marítimos y en la recolección de tapitas para colaborar con el Hospital Garrahan”, mencionó.
El subsecretario también se mostró satisfecho con la participación de más de mil niños durante el evento, lo que refleja un compromiso creciente de las nuevas generaciones con el medio ambiente. “Estamos felices de que los jóvenes se involucren y aprendan sobre la importancia del cuidado ambiental”, dijo.
Sopena subrayó que el evento no es un hecho aislado, sino parte de una política de Estado impulsada por el Intendente Martín Pérez. “Durante todo el año, realizamos actividades relacionadas con el medio ambiente. Nuestro enfoque es crear comunidad, trabajando juntos con instituciones educativas, empresas y fuerzas vivas”, explicó.
Finalmente, el Subsecretario de Ambiente expresó su optimismo hacia el futuro, señalando que el trabajo en conjunto es esencial para el desarrollo de la comunidad. “La comunidad se crea trabajando todos para un mismo lado. Estamos comprometidos en generar más conciencia y acción en torno al cuidado ambiental”, concluyó.
Con esta exitosa exposición, Río Grande reafirma su compromiso con el medio ambiente y la educación ambiental, sentando las bases para un futuro más sostenible.
EMEI dijo presente
Por su parte la profesora Macarena Pozo García acompañó a los alumnos de la Escuela de Educación Integral -EMEI-, quienes, en su clase de reciclaje, elaboraron eco-macetas y aprendieron sobre compostaje, trabajos que expusieron en la feria sobre el medio ambiente impulsada por el Municipio de Río Grande.
EMEI ofrece dos orientaciones académicas, una en lenguas y otra en ciencias naturales, ha implementado un enfoque en la ecología, promoviendo prácticas como el compostaje y el reciclaje. Los estudiantes han recibido charlas sobre compostaje por parte de la municipalidad y han comenzado a movilizar un vivero institucional, que se inició el año pasado.
La participación en esta exposición no solo permite a los estudiantes mostrar su trabajo y compromiso con el medio ambiente, sino que también les brinda la oportunidad de socializar con otros niños de diferentes instituciones y establecer nuevos vínculos para continuar trabajando en proyectos ambientales.
La profesora Pozo García expresó su satisfacción por la participación de los alumnos y la importancia de que la comunidad conozca el esfuerzo y la dedicación que se invierte en la educación ambiental dentro de la institución.
Este evento es un testimonio del compromiso de la Escuela de Educación Integral con la formación de ciudadanos responsables y conscientes del cuidado del medio ambiente.
La producción orgánica es posible en Río Grande
Francisco ‘Pancho’ Barría ha cautivado a los asistentes al compartir su vasta experiencia en la producción y reproducción de plantas y verduras. Con una trayectoria que abarca años de dedicación a la agricultura orgánica, Barría ha presentado una variedad de productos que destacan por su calidad y su valor agregado como alimentos orgánicos.
“Todo lo que está a la vista es una producción y reproducción de semillas que he trabajado durante muchos años”, comentó Barría. Su enfoque se basa en prácticas ancestrales y estrictas normas orgánicas, lo que le ha permitido obtener una producción de verduras de primer nivel.
Entre los productos exhibidos, destaca la papa topinambur, una variedad ancestral originaria de México que jugó un papel crucial durante la Segunda Guerra Mundial, tanto como alimento como medicina. Barría también presentó 35 variedades de papas nativas, muchas de las cuales provienen de Chiloé, la cuna de la papa.
“Mis raíces en el Fin del Mundo” es el nombre de uno de sus programas, que refleja su conexión con la isla de Chiloé, donde nació. Barría ha implementado un sistema agrícola que sigue las tradiciones de sus antepasados, transmitiendo su conocimiento y pasión por la agricultura a las nuevas generaciones.
La historia de don Francisco Barría no solo es un testimonio de la riqueza agrícola de la región, sino también un llamado a valorar y preservar las prácticas ancestrales que han sustentado a comunidades a lo largo de la historia.