Con el acompañamiento de sus familiares mas cercanos, sobre todo sus abuelas, uno de los pequeños abandonó esta semana la terapia intensiva pero va a requerir de una nueva cirugía reconstructiva. El mayor sigue en Terapia pero en las próximas horas podría comenzar a salir del coma farmacológico.
El fatal siniestro del 18 de mayo pasado a metros del puente peatonal frente a Cemep dejó tres víctimas fatales y una familia destruida para Lautaro de 10 años y Dylan de 7, únicos sobrevivientes de esta historia trágica.
En este siniestro murieron a causa de un choque frontal los padres de ambos niños, a minutos del siniestro Carina Lucia Evelin Cabrera de 30 años y días después Jonathan Joel Araujo de 33; sumándose también el deceso del restante conductor Damián Ferreryra de 31.
Ambos padres de los pequeños se encontraban desempleados y ante esa situación peleaban a diario para sostener la familia, ante lo cual habían vendido una casa, comprando el Volkswagen Gol que esa fatídica tarde de domingo habían salido a probar a la ruta.
Volvían de la zona del cabo Domingo, cuando en este punto de la ruta se encontraron con el Gol de Ferreyra que invadió el carril contrario, destruyendo la vida de este grupo familiar.
Evolución de los niños
Conocida la noticia del fallecimiento de ambos padres, los familiares de los niños se enfocaron en la evolución de ambos dado que se encontraban internados en grave estado, tras ser rescatados inconscientes del vehículo. Esa condición aún la mantiene Lautaro internado en terapia intensiva, mientras en los últimos días Dylan recuperó la conciencia y pudo salir de la terapia.
La sorprendente evolución del más pequeño hoy lo encuentra con una internación ambulatoria en el nosocomio en las salas de pediatría, donde sus familiares debieron afrontar un nuevo desafío: el terrible deber de comunicarle el deceso de ambos padres.
El pequeño hoy lleva sus días de internación con la contención afectiva de sus familiares más cercanos, sobre todo de sus dos abuelas, y la asistencia del psicólogo del hospital y la psicopedagoga de la escuela 2, donde asistía a clases.
La recuperación de Dylan es prácticamente un milagro, pero sus familiares (como si fuera poco) ahora afrontan otro inmenso desafío como es una nueva intervención quirúrgica que necesita para la reconstrucción craneal, ante un hundimiento sufrido en la parte frontal y que puede conllevar secuelas a futuro.
A tal fin la familia tiene también la complicada empresa de tener que afrontar la adquisición de insumos de titanio para la cirugía reconstructiva, que demanda de un costo aproximado de 28 millones de pesos, y un niño que lamentablemente carece de cobertura de una obra social. Ante ello en las últimas horas habría sido oportuna la intervención del Gobierno Provincial a fin de brindar la asistencia necesaria.
En medio de este mar de contratiempos la familia asimismo sigue de cerca la evolución de Lautaro en la terapia intensiva Pediátrica, quien tiene un fuerte golpe en la zona cerebral por la que es mantenido en coma farmacológica desde el día del accidente, sin conciencia aún de todo lo sucedido.
La evolución del mayor de los pequeños también es alentadora dado que ha comenzado a mostrar reacción a los estímulos y los médicos planifican comenzar a intentar sacarlo del coma, empezando a bajar gradualmente la medicación que recibe.
En este sentido las próximas horas son claves en buscar este objetivo que permita traer también a este pequeño a la compleja realidad que tiene por enfrentar.