Eliminación de aranceles: “La Libertad Avanza, contra los fueguinos”, alertó la concejal Rossi
A través de una columna de opinión, la concejal riograndense Lucía Rossi (FORJA) cuestionó este jueves las medidas anunciadas por el Gobierno nacional eliminando aranceles para la importación de teléfonos celulares, lo que pone en riesgo miles de puestos de trabajo en Tierra del Fuego.“La eliminación de los aranceles a la importación de celulares y la reducción de impuestos internos sobre televisores y aires acondicionados ponen en riesgo miles de puestos laborales en la provincia. Esto lo sabemos todos los que habitamos esta bendita provincia”, señala.Sin embargo, Rossi considera “lamentables las posturas que tomaron los propios funcionarios de La Libertad Avanza”, mencionando así “tanto sus referentes y representantes a nivel provincial como sus aliados de Somos Fueguinos, optaron por desaparecer de la escena pública, manteniendo un silencio que hace ruido”.“Porque de lo que se trata, y no me voy a cansar de decirlo, es de una batería de decisiones económicas e impositivas que significan poner en jaque la industria fueguina y la pérdida de ingresos para miles de familias”, indicó.Y continuó: “Optaron por el silencio o por forzar un formalismo: “Nosotros hablamos sobre cosas concretas, no hay un decreto. Todavía estamos hablando de supuestos”. No, no son supuestos: es la palabra del vocero oficial del Presidente. El deber de la política es anticiparse a los hechos, no administrar una escribanía”.En su columna, la concejal Rossi se ocupa también del diputado Ricardo Garramuño “que en una pirueta incomprensible eligió opinar sobre las acciones que sí tomó el Gobernador Melella en defensa de la producción”, pero “no hubo de su parte un solo planteo ni mención ni mucho menos preocupación por la pérdida del 60% de los puestos de trabajo de la industria que traerá aparejada en el corto y mediano plazo las medidas adoptadas por la administración de Javier Milei”.“Fuera del territorio provincial y desde la centralidad del poder en CABA, quienes sí salieron a opinar en tono agresivo y hasta burlón, fueron el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger y su asesor Lucas Llach”, menciona la edil.Y considera que “desde el interior del país en general y desde Tierra del Fuego en particular no deberíamos sorprendernos” ya que “pertenecen a ese sector de la dirigencia política que no puede ver más allá de diez cuadras a la redonda del Obelisco. Una visión ombliguista, dogmática y centralista que carece del más mínimo conocimiento de la realidad que se vive más allá del AMBA. El concepto de federalismo no figura ni siquiera en sus diccionarios, mucho menos en sus manuales de decisión política ni en sus planillas de Excel”.“Sturzenegger, el exfuncionario de los gobiernos de Fernando De la Rua y Mauricio Macri, y uno de los principales ideólogos del llamado “plan motosierra”, utilizó su cuenta de X para expresarse como es habitual de manera irónica y ofensiva hacia Tierra del Fuego y sus industrias, al considerar que “le degradamos el paisaje con galpones industriales”. Sus expresiones no hacen más que poner de manifiesto la visión que tiene el Gobierno nacional sobre el desarrollo de Tierra del Fuego, sus industrias y su población, limitándola a sus aspectos turísticos o pintorescos”, agrega.Para Rossi “desconoce el funcionario -o muy posiblemente rechace- la industria fueguina, la soberanía y la fuente laboral de miles de habitantes, fiel a una política económica que prioriza el ajuste, la especulación financiera y el endeudamiento, sin dimensionar la gravedad del tema para toda una provincia”.“Su asesor Lucas Llach parece superarlo en su agresividad y soberbia. También a través de su red social preferida acusó al pueblo fueguino de “chupar la sangre al resto” de los argentinos. Burlándose de la historia, la cultura, el trabajo, la producción y la idiosincrasia de los fueguinos y fueguinas, Llach –recordado por estar involucrado en el escandaloso crédito a Vicentín cuando era funcionario del Banco Nación en la gestión macrista- se mostró a favor de que Ushuaia sea “Puerto Argentino”, repasa la concejal.Menciona que en su publicación, Llach “consideró que la capital de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur debería ser Puerto Argentino. Eso impediría, al menos por unos años, tener un gobierno provincial. Una isla de libertad. Florecerían las industrias del salmón y el turismo y dejarían de chupar sangre al resto”.“Entre el silencio cómplice de los propios y el ataque de los extraños de siempre, los fueguinos quedamos a merced de dos peligros concretos: la pérdida de miles de puestos laborales y los embates del partido gubernamental. La Libertad Avanza, sí; La Libertad Ataca”, cierra Rossi.