Lucila Apolinaire, presidenta de la Asociación Rural de Tierra del Fuego, expresó su rechazo a la reciente resolución del SENASA que habilita el ingreso de carne con hueso plano a la Patagonia. Advirtió que la medida, aunque limitada, podría tener serias consecuencias para la producción local y el estatus sanitario diferencial de la región.
La publicación en el Boletín Oficial, de la Resolución 460/2025, donde el gobierno comunica acerca de las nuevas disposiciones del SENASA marcó un giro en la política sanitaria argentina. La norma, firmada por el presidente del organismo Pablo Cortese, autoriza el ingreso de carne con hueso plano, como costilla, asado y esternón, desde zonas del país con vacunación contra la fiebre aftosa hacia las provincias ubicadas al sur del río Colorado, entre ellas Tierra del Fuego.
Esta medida, que implica una excepción puntual a una restricción vigente desde hace 22 años, generó preocupación y malestar en el sector productivo de la Patagonia. “Estamos muy amargados y desconcertados”, expresó Lucila Apolinaire, presidenta de la Asociación Rural de Tierra del Fuego, en diálogo con Aire Libre FM. “Pensábamos que habíamos logrado hacer entender a los funcionarios nacionales la importancia de preservar esta barrera sanitaria”.
Desde 2002, la Patagonia es reconocida como zona libre de fiebre aftosa sin vacunación. Este estatus, avalado por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), se mantuvo con un estricto control de ingresos de carne con hueso desde el resto del país, donde sí se vacuna. Si bien la nueva normativa del SENASA aclara que la excepción no afecta el comercio internacional ni implica un levantamiento general de la barrera sanitaria, Apolinaire señaló que el riesgo existe.
“El virus de la aftosa no se transmite por el hueso plano, es cierto. Pero esta apertura genera una fisura en un esquema que nos costó muchísimo lograr. Ante un brote en el norte del país o en países limítrofes, Chile podría cerrar el tránsito por nuestras rutas. Ya ocurrió en el año 2000-2001”, advirtió.
En Tierra del Fuego, la infraestructura para faena y conservación de carne es limitada. Según detalló la dirigente, cerca de 90 mil ovinos y 9 mil bovinos se venden anualmente hacia el norte del país, ya que no hay capacidad local de procesamiento. Un cierre de fronteras o la pérdida de confianza en la calidad sanitaria de la carne fueguina tendría un impacto directo en la economía del sector.
Otro punto crítico es el supuesto beneficio para el consumidor. El Gobierno nacional sostuvo que la medida podría ayudar a bajar el precio de la carne en la región, donde los productos suelen ser más caros por el costo del flete y la logística. Sin embargo, Apolinaire se mostró escéptica: “Estos cortes vienen con doble empaque, bajo protocolos especiales. Son carnes premium que llegarán más caras que las producidas localmente. No van a tener un impacto real en el bolsillo de la gente”.
La Resolución 460/2025 establece estrictas condiciones sanitarias y de trazabilidad para el ingreso de carne: los cortes autorizados deben provenir de animales nacidos, criados y faenados en zonas libres con vacunación, con maduración controlada, pH específico, empaque doble y transporte en vehículos habilitados. Además, solo se permite carne refrigerada, no congelada, y el destino exclusivo es el consumo interno dentro del área patagónica.
A pesar de los argumentos técnicos que sustentan la decisión, los productores de la región sienten que no fueron tenidos en cuenta. “Nosotros representamos el 4% de los productores del país, pero ocupamos el 30% del territorio. Merecíamos al menos una instancia de diálogo antes de que saliera esta resolución”, reclamó Apolinaire.
Desde el 18 de marzo, cuando se publicó la primera resolución vinculada a esta apertura, el bloque patagónico de productores se encuentra en estado de asamblea permanente. Actualmente, junto a los gobiernos provinciales, evalúan medidas legales como recursos de amparo o cautelares para frenar la aplicación de la norma.
“Nos ofrecimos a acompañar a los productores del norte del país para que en unos años logremos un estatus sanitario unificado, como ya lo lograron Brasil y Bolivia. Pero no creemos que la solución sea retroceder en los avances de la Patagonia”, concluyó Apolinaire.
(EN EL AUDIO LA ENTREVISTA COMPLETA)
() Aire Libre FM 96.3: