Un nuevo informe del reconocido portal británico UK Forces Tracker, especializado en el monitoreo global de las operaciones navales del Reino Unido, ha reavivado tensiones geopolíticas al mantener a la Argentina dentro del grupo de países categorizados como zonas de “interés estratégico” y posibles amenazas en el mapa de despliegue militar británico. En el marco del rastreo correspondiente a julio de 2025, el informe destaca la continuidad de la patrulla HMS Forth en las Islas Malvinas y sitúa a la región en el mismo nivel de prioridad que otras zonas críticas como el estrecho de Taiwán, el Golfo Pérsico o el Mar Negro.
Por Alejo Sanchez Piccat*.-La inclusión de la Argentina en un esquema visual compartido con potencias como Rusia, China o Irán, bajo la codificación de “amenazas estatales”, no solo remite a un posicionamiento defensivo, sino que se articula con una política militar activa que Londres ha venido consolidando en el Atlántico Sur. Esta clasificación adquiere una dimensión aún más grave al ser leída a la luz de la Estrategia de Seguridad Nacional 2025 del Reino Unido, publicada oficialmente en junio bajo el título “Seguridad en un Mundo Peligroso”.
La nueva doctrina británica y su enfoque sobre las Malvinas
En ese documento, el gobierno británico plantea un escenario de amenazas crecientes “más graves y sostenidas que en cualquier otro momento desde la Guerra Fría”. Bajo ese diagnóstico, se redefinen prioridades geopolíticas, se incrementa el gasto militar y se destaca como objetivo central la defensa de los Territorios de Ultramar, entre ellos Gibraltar y, con mención explícita, las Islas Malvinas. El texto establece que estos territorios “deben estar preparados para hacer frente a cualquier desafío externo, incluidos aquellos planteados por actores estatales hostiles”, y reafirma que su defensa es “parte fundamental de nuestra soberanía”.
Este marco doctrinario se traduce, en términos operativos, en un aumento tangible de presencia militar en el archipiélago. Durante julio de 2025, la Royal Navy mantuvo al HMS Forth patrullando en las islas, mientras el Regimiento de Paracaidistas británico (3 PARA) llevó a cabo maniobras tácticas intensivas en distintos puntos de las islas, incluyendo combate urbano, ataques a nivel compañía y ejercicios anfibios en Bahía San Carlos. A estas acciones se sumó una demostración aérea con cazas Typhoon y un avión A400M Atlas, realizada durante el aniversario del llamado “Día de la Liberación”.
Una política de ocupación sostenida y modernización
Lejos de ser hechos aislados, estas operaciones forman parte de una política británica de ocupación militar permanente basada en el esquema rotativo de unidades conocido como roulement, mediante el cual distintas fuerzas se alternan en el control y vigilancia de las islas desde el final del conflicto de 1982. La reciente llegada del 3 PARA, una unidad de despliegue rápido altamente entrenada, refuerza esta estrategia de disuasión activa frente a cualquier reclamo de soberanía.
El refuerzo militar en Malvinas incluye además inversiones estratégicas en infraestructura, como la modernización de la pista de aterrizaje en Monte Agradable, la renovación de instalaciones portuarias y la instalación de nuevos sistemas de defensa aérea y capacidades cibernéticas. Todas estas acciones están alineadas con la doctrina Global Britain, que busca proyectar poder británico más allá del continente europeo y consolidar plataformas militares en regiones clave como el Atlántico Sur, el Mediterráneo y el Indo-Pacífico.
Silencio argentino y tensiones diplomáticas
Frente a este despliegue militar y simbólico, el gobierno argentino no ha emitido declaraciones oficiales, a pesar del creciente respaldo internacional a su reclamo soberano. En junio, tanto el Comité de Descolonización de la ONU como la Asamblea General de la OEA reiteraron su apoyo a la posición argentina y llamaron al Reino Unido a retomar las negociaciones bilaterales.
Sin embargo, la gestión de Javier Milei ha optado por una postura moderada, que ha sido interpretada por algunos sectores como una validación tácita del statu quo británico. Las declaraciones del presidente en favor del “derecho a la autodeterminación” de los habitantes británicos del archipiélago han sido duramente cuestionadas por especialistas y exfuncionarios, al contradecir la histórica posición argentina basada en la ilegalidad de la ocupación desde 1833.
*Licenciado en Gobierno y Relaciones Internacionales UADE Maestrando en Defensa Nacional UNDEF Interesado en Seguridad Nuclear y Medio Oriente Contacto directo: asanchezpiccat@esceneariomundial.com