Declararon los peritos forense del Poder Judicial y la Policía Científica (foto) quienes realizaron un armado de la mecánica del hecho que tuvo lugar en las ruinas del frigorífico CAP, donde encontraron rastros de sangre, de arrastre del cuerpo hasta una fosa y huellas e indicios que apuntan solo al imputado Blanco.
Más allá de esto hay informes de Delitos Complejos que muestran a ambos imputados (Blanco y Villanueva) siendo registrados en cámaras de seguridad saliendo del predio de CAP esa tarde noche.
En cuanto a la mecánica del hecho los peritos indicaron el derrotero de la golpiza y un cuchillo que se partió, el cual poseía sangre con rastros de sangre con ADN de la víctima.
En esa escena dinámica precisaron una huella de calzado coincidente con las zapatillas incautadas en el allanamiento a la casa del imputado Dylan Blanco, donde ropa y zapatillas fueron lavadas, hallándose con reactivos rastros de sangre removida.
Todos esos rastros de sangre en ropa tienen ADN de la víctima Lautaro Ortigoza y la suela de esas zapatillas halladas en su vivienda coincide con las huellas levantadas de la escena del crimen.
La forense asimismo detalló que Blanco tenía lesiones en las manos propias de la golpiza propinada.
En cuanto a la imputada Villanueva no presentó indicios genéticos ni indicios materiales directos a la escena del ataque, aunque la hipótesis acusatoria la pone en un rol de planificación y direccionamiento del ataque, sobre lo cual este jueves se continuará con más testimoniales.