La Fundación Pensar, presentó su informe mensual correspondiente a julio, bajo el título “Dr. Jekyll y Mr. Hyde”, en el que analiza los efectos del programa económico del gobierno de La Libertad Avanza a un año y medio de su implementación.
El documento incluye una editorial de la presidenta de la fundación, la diputada nacional María Eugenia Vidal, y artículos de opinión de Mora Jozami, directora de Casa Tres; el diputado nacional Martín Maquieyra; y el ex vicepresidente de la DAIA, Waldo Wolff.
El equilibrio económico alcanzado en el último año y medio no llegó sin costos. Así lo planteó el centro de análisis político del PRO, en un reciente informe donde reconoció avances en términos de inflación y estabilidad, pero puso el foco en las consecuencias sociales que arrastra el ajuste. Con tono crítico, el documento marcó que el deterioro del empleo, los ingresos y la falta de un presupuesto nacional ponen en duda la sostenibilidad del modelo económico.
El trabajo fue publicado a 18 meses del inicio de la gestión de Javier Milei y lleva el título “Dr. Jekyll y Mr. Hyde”, en alusión a la doble cara que, según el PRO, muestra el actual rumbo económico.
El informe advierte que si bien se logró controlar la inflación, ese resultado vino acompañado de una suba del desempleo, que llegó al 7,9% en el primer trimestre del año. A eso se suma un nivel de informalidad laboral del 42% y una fuerte pérdida del poder adquisitivo. El salario real cayó un 6%, y el informe sostiene que ese número asciende al 12,6% si se descuentan gastos fijos como transporte, servicios y expensas.
“Trabajamos más, pero alcanza para menos”, resumió Vidal en su análisis. En el caso de los jubilados, los ingresos cayeron un 4,7% desde diciembre de 2023. Incluso entre quienes reciben ayudas sociales, como la Asignación Universal por Hijo, el informe señala una pérdida en términos reales, pese a los aumentos aplicados.
Aseguran que el ajuste golpeó de lleno a los sectores más vulnerables y a las actividades que más empleo generan, remarcando que la industria y la construcción fueron dos de los rubros más afectados.
Cuestionaron que “Hace dos años que no se debate un presupuesto nacional en el Congreso. Eso impide planificar, fomenta la improvisación y genera conflictos de interés”.
Desde el PRO reclaman abrir una etapa distinta, en la que se discutan políticas de recuperación social, herramientas para dinamizar el empleo y acuerdos fiscales que permitan sostener los logros macroeconómicos sin dejar de lado la cohesión social.
“El sacrificio fue necesario para estabilizar, pero hay situaciones que no pueden extenderse en el tiempo”, advirtió la presidenta de Pensar. El mensaje es claro: aunque el respaldo político continúa, hay preocupación dentro del PRO por los efectos sociales del ajuste y la falta de una hoja de ruta para revertirlos.