La normativa buscaba destinar recursos urgentes para reforzar la atención en hospitales y centros de salud pediátricos de todo el país.
La medida fue confirmada a través de su publicación en el Boletín Oficial este jueves, justo cuando se vencía el plazo para hacerlo.
La Ley de Emergencia Pediátrica, impulsada por diputados de distintos bloques, había logrado un amplio consenso y fue aprobada tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. La iniciativa buscaba, entre otras cosas, asignar partidas especiales para la compra de insumos, equipamiento médico y para la recomposición salarial del personal de salud especializado en pediatría, un sector gravemente afectado por la crisis.
Un punto central del veto es la declaración del Hospital de Pediatría “Prof. Dr. Juan P. Garrahan” como centro de referencia nacional, incluida en el artículo 4° del proyecto. El Ejecutivo argumenta que esta disposición es innecesaria, ya que el Garrahan ya es reconocido como un hospital de alta complejidad, según el Decreto N° 598/87.
Además, destaca los logros de la actual gestión, que “en menos de dos años logró normalizar su funcionamiento, optimizar recursos, eliminar cargos duplicados y alcanzar un déficit cero por primera vez en sus 38 años de historia, gracias a ahorros de más de $40.000.000.000 y un aumento en la recaudación”.