A solo 300 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, Crotto invita a vivir la calma de la vida rural, en un entorno donde la confianza, la historia y la comunidad conviven con una naturalidad desarmante. Con su patrimonio ferroviario, su museo comunitario y una fuerte identidad colectiva, este pueblo de apenas 300 habitantes se prepara para celebrar, una vez más, la Fiesta de la Mujer Campesina.
Desde el corazón de la provincia de Buenos Aires, el pueblo de Crotto -una pequeña localidad de apenas 300 habitantes, localizada en Tapalqué– será escenario el próximo 17 de agosto de la 10° Fiesta de la Mujer Campesina, evento impulsado por los y las jóvenes de la Escuela Secundaria local, que pone en valor a la mujer rural, con todo su afán por el trabajo campestre y su empuje siempre orientado al desarrollo de la vida en comunidad.El singular evento -que tendrá lugar en los alrededores de la estatua dedicada a la Mujer Campesina– incluirá un acto protocolar y una ronda de reconocimientos- además de un deslumbrante desfile de mujeres a caballo, poniendo en el centro de la muestra la trascendencia del género en las arduas tareas campestres.El encuentro surgió hace algunos años como iniciativa de la asamblea de estudiantes de la Escuela Secundaria Crotto, quienes fueron además los impulsores del logo y el slogan de la pequeña localidad rural: “Crotto: pueblo chico, corazón grande”.Actualmente la Fiesta de la Mujer Campesina es organizada por una notable comisión conformada no sólo por la comunidad educativa -compuesta por alumnos, padres, madres, docentes y auxiliares-, sino también por los habitantes de Crotto que se sienten convocados por la propuesta.La celebración desplegará además un paseo gastronómico, que incluirá comidas típicas como las empanadas de cordero cortadas a cuchillo, auténticas estrellas del amplio universo culinario de Crotto; así como lechón asado, tortas fritas y productos regionales. La muestra se completa con una bucólica exposición de artesanos, espectáculos musicales, juegos y actividades recreativas.

Vida rural, tranquilidad y calidez humanaEl corazón de la provincia de Buenos Aires hace un llamado al silencio, la plenitud y la vida campestre. Es que allí, a 300 kilómetros de la Capital Federal, late un pequeño pueblo que invita a sus visitantes a hacer un paréntesis en sus frenéticas vidas para vivenciar el sosiego de la ruralidad, su aire fresco, sus amplios espacios verdes, sus tiempos provincianos. Se trata de Crotto, un pequeño pueblo de alrededor de 300 habitantes que cautiva no sólo por su serenidad, sino también por la solidaridad y la vida comunitaria que su gente pone en práctica cada día.Fundado el 23 de octubre de 1914, este pueblo llevó el apellido de la familia rural italiana propietaria de la Estancia San Enrique. Está localizado a la vera de las vías del Ferrocarril del Sud, que luego fue el Ferrocarril Roca, y que conectaba a Constitución (en Ciudad de Buenos Aires) con Zapala, en Río Negro.Los pobladores de este pueblo aducen ser de “Crotto con dos t”, y no ser “crotos”, palabra que hace referencia a los “linyeras”. La alusión se explica porque, durante la gobernación de José Camilo Crotto (1918–1921), se sancionó una ley que posibilitaba a los peones golondrina viajar gratis en el tren para llegar a los campos a trabajar. Por ese entonces, los jefes de estación, al momento de controlar a los pasajeros, anunciaban: “van por Crotto”, expresión que luego se convirtió en “son de Crotto”, para finalmente derivar en “son crotos”.Un museo pleno de pequeñas historias.Este encantador pueblito bonaerense, al que es posible acceder fácilmente, cuenta con instalaciones básicas que agregan vida y movimiento a la cotidianeidad campestre: delegación municipal, iglesia católica y cristiana evangélica, club, jardín de infantes, escuelas primaria y secundaria, y destacamento policial.Pero aquí no termina todo, ya que a dichas instalaciones y edificios públicos se les debe sumar el atractivo del Museo Municipal Comunitario, emplazado en el edificio de la estación del ferrocarril Roca, a principios de 2019, y cuyo interior alberga la historia y las costumbres de los habitantes de este rincón de la provincia.Durante la visita al museo se pueden apreciar objetos familiares de los pobladores y otros donados por los actuales vecinos, breves recorridos históricos sobre los primeros asentamientos rurales, con detalles sobre los pueblos originarios que habitaron la región y las familias pioneras que dieron forma a la identidad de este pueblo.

Pequeñas postales de la cotidianeidadEscenas simples y llanas atraviesan el sosiego de Crotto. Allí nomás se sitúa un viejo almacén de campo, con sus paredes añejas, aunque robustas, y sus pisos de ladrillo, cuyo dueño todavía ofrece sus productos “de fiado” a los clientes.Un poco más allá, una mujer sonriente montada en su bicicleta entrega su cara al sol por un instante, para luego estacionar el vehículo de dos ruedas en un cerco de alambre (así nomás, solita la bici, sin cadenas ni candados) y entrar a su casa. Observamos también que no cierra la puerta con llave ni nada parecido.Todo transcurre con una naturalidad desarmante, como si en Crotto el tiempo se hubiera detenido en un pacto silencioso de confianza y sencillez, donde la vida aún se rige por códigos que en otros rincones ya parecen olvidados.

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Escuela Secundaria de Crottohttps://www.facebook.com/profile.php?id=100012141670349Web:
Municipio de Tapalquéhttps://www.municipiodetapalque.gob.ar/oficina-turismo