Un fuerte discurso en el acto de la Vigilia riograndense. Con un puñado de verdades, el veterano de guerra Bernardo Ferreyro fue el encargado de brindar un discurso con un alto contenido político y de protesta. Válidos reclamos por el avasallamiento de los ingleses sobre territorios argentinos, ante un Gobierno Nacional que lo avala. Y no faltaron las críticas a los gobernantes fueguinos por la permanencia del radar inglés en cercanías a Tolhuin.
Textualmente, este fue el discurso de Ferreyro:
** “Hoy nuevamente nos reunimos aquí, en este lugar tan caro a nuestros sentimientos, donde año tras año nos congregamos a rendir honores a nuestros héroes, a nuestros hermanos de la gloriosa Gesta de Malvinas, quienes no pudieron volver quedando en el suelo malvinero, y en las frías aguas de nuestro mar, como centinelas de nuestra patria. Ese, y solo ese, es el motivo por el cual hoy estamos aquí. Han pasado más de 40 años, y el recuerdo está tan vívido como en 1982. En ese momento estábamos convencidos de lo que teníamos que hacer, y de que le pondríamos el pecho a lo que nos pudiera suceder. Todo lo que ocurrió después significó defender a la patria, a nuestra Nación, para tratar de unificar nuestro territorio nacional, el cual en aquel momento se encontraba, y aún se encuentra, fraccionado en su integridad soberana”.
** “En aquellos tiempos todos dimos algo, y algunos lo dieron todo. Hoy solo nos queda recordar año tras año a esos héroes, y a esos valientes que sin dudar un segundo dieron su vida por esta maravillosa tierra. Tierra que no solo dio un lugar único y maravilloso para vivir junto a nuestros seres queridos, sino que también nos hace sentir permanentemente orgullosos de ser argentinos. Por eso no podemos permitir que se apague la llama de la causa Malvinas. Por eso, cada año le hacemos llegar a nuestros representantes de turno nuestro reclamo, que no es, ni más ni menos, que un reclamo de conciencia, de responsabilidad, de patriotismo. Que tengan aunque sea un poco de ese amor por la patria que tuvieron aquellos que ofrendaron su vida por nuestra libertad, por nuestra tierra, por una vida libre y en paz. Sería la única manera de honrarlos con el reconocimiento y amor que ellos se merecen. Pero tengo la tranquilidad que tantos de mis compañeros veteranos, como nuestros seres queridos y como a todos los presentes aquí esta noche, tenemos bien en claro todo lo que se hizo, se hace y no se hace, en defensa de nuestra soberanía. Y como dijo nuestro General San Martín, en defensa de la patria todo es lícito, menos dejarla perecer”.
** “¿Y por qué traigo a colación el pasaje del Padre de la Patria? Porque hace más de cuatro décadas que venimos pidiendo, reclamando que a través de la cuestión Malvinas se implementen las presiones que obliguen a Gran Bretaña a sentarse a dialogar por la soberanía. Y sólo vemos con estupor que los responsables de eso tienen tibias acciones al respecto, sólo para mantener al pueblo contento, pero hacen tratados secretos entre gallos y medianoche como los firmados en 1989 y 1990, comúnmente conocidos como los tratados de Madrid I y II. Tratados que ni siquiera fueron consolidados por nuestro Congreso de la Nación, fueron ratificados por una ley a escondidas de la población. En ese mismo reclamo también podría citar que los ingleses nos plantaron un radar en el patio de nuestra casa y nosotros seguimos discutiendo si corresponde o no que lo desarmen. Hechos y acciones que rayan el título de traición a la patria. Todos los años denunciamos algún avallasamiento sobre nuestros derechos soberanos que los ingleses llevan a cabo en el Atlántico Sur, y cito algunos: En el 2012 crearon un área de exclusión de 1.240.000 kilómetros cuadrados alrededor de las Islas Georgias y Sandwich del Sur. El año pasado y luego de una visita del Ministro de Asuntos Exteriores David Cameron, ampliaron esa área de exclusión en 170.000 kilómetros cuadrados. Este año la Fuerza Aérea Británica llevó a cabo entre el 13 y el 15 de febrero la Operación Austral Endurance, consistente en una serie de misiones de reconocimiento y abastecimiento de pertrechos científicos más allá del paralelo 79 de latitud sur, sobre el Glaciar Unión, en nuestra Antártida. Glaciar de relevadísima importancia como puerta de entrada al continente antártico y donde han desarrollado una pista de hielo azul donde pueden aterrizar aeronaves de gran porte. Estos vuelos tienen su origen en la base aérea de Monte Agradable, en la Isla Soledad de nuestras Malvinas. Y tras una escala en Punta Arenas llegan a la base polar científica Conjunta Glaciar Unión, de origen chileno, ¿Cuándo no, no?. De esa manera se da el comienzo a una era de pérdida permanente de derechos soberanos sobre las aguas territoriales, sobre nuestros recursos naturales y hasta me animaría a decir que también saboteando nuestra propia identidad como argentinos”.
** “Poco a poco, y a través de estos y otros tantos eventos que Gran Bretaña realiza con decisión unilateral logra expandirse en el Atlántico Sur en forma exponencial. Nos está dejando de rodillas frente a un futuro incierto y sin salida a una solución beneficiosa a nuestros derechos e intereses territoriales. Y vemos con asombro la inacción basada en una completa y absoluta indiferencia de muchos de nuestros representantes. No queremos entrar en cuestiones políticas, pero sin embargo la sola manifestación de muchas voluntades es en sí misma una forma de hacer política y en esta manifestación de hoy lo estamos haciendo. Esta es la voluntad de todos, o por lo menos de la gran mayoría de los veteranos de guerra y ciudadanos de bien que quieren, luchan y se desangran por un futuro mejor para ellos y las próximas generaciones de argentinos libres. Entonces ciudadanos, sepan que la desmalvinización, el desmantelamiento de nuestras fuerzas armadas y de seguridad todo esto y más se encuentran plasmados en los Acuerdos de Madrid. Estos hechos fueron apenas el inicio de otra guerra silenciosa que siguió llevando adelante Gran Bretaña en contra de Argentina después de Malvinas con una infraestructura ideológica fomentada, promovida e incluso financiada desde el Reino Unido. Así es, vienen por todo”.
** “Si estamos así de desmalvinizados como estamos es porque no estamos haciendo lo que tenemos que hacer. Esta vez los ingleses vienen por todo y fíjense la plena vigencia de estos acuerdos los mencionados de Madrid I y II, que proporcionan hoy en día después de décadas de venir trabajándola una fuerte inhibición para el desarrollo argentino en distintos estratos de vital importancia, puesto que a través de estos tratados se dieron los casos de los acuerdos de Foradori-Duncan y Mondino-Cameron detrás de los cuales se han hecho acuerdos que en nada, pero en nada, nos benefician a nuestro país y por el contrario sí dan grandes beneficios a Gran Bretaña”.
** “Es necesario que nuestros dirigentes se pongan los pantalones largos y breguen por unirnos a todos los argentinos detrás de una sola bandera la única, la nuestra, la celesta y blanca y empiecen a repensar una visión transformadora de largo plazo en las cuestiones de seguridad nacional, soberanía y desarrollo sustentable basado principalmente en una educación desde los niveles educativos más bajos hasta los niveles universitarios más altos donde se formarán los diplomáticos que a través de la pluma y la palabra en un futuro recuperarán nuestras amadas islas no me cabe la menor duda que ese es el camino. Pero en estas épocas de revalorización estratégica, geopolítica y económica de nuestro Atlántico Sur, bien podrían empezar dando de baja y dejando sin efecto los tratados de Madrid 1 y 2 o con la promulgación de leyes que permitan tener como país un sistema de defensa acorde a las circunstancias que ameritan porque no tenemos que olvidar que nuestros diferendos los tenemos tanto en la parte insular como en la continental y si bien los colores son iguales el diseño de cada bandera de nuestros adversarios es distinto”.
** “Por último, quiero recordarles que Argentina tiene héroes tiene patriotas que entregaron hasta su vida por defender nuestra soberanía nuestro honor, nuestra libertad son 632 héroes que le debemos mucho más que una conmemoración cada año les debemos respeto, honor, reconocimiento por sus acciones de valentía en el campo de batalla y en los mares helados ellos son el norte de nuestro peregrinaje hacia una patria libre y soberana son el ejemplo de valor ante el peligro y ese es el derrotero que debemos seguir como hijos de esta bendita tierra que llevamos incrustadas en nuestras venas y que nos hace caer un lagrimón cada vez que vemos subir a nuestra celeste y blanca”.
